Estos días he podido estar desconectado del mundo, olvidar las tensiones laborales, a los clientes insoportables y hasta pasar un poquito de la ya tan manida crisis.
También he estado desconectado de mi blog y de los vuestros, cosa que en cuanto acabe de redactar esta entrada solucionaré, ya que tengo ganas de ver que tal os fué sobre todo a los que tuvisteis alguna carrera el domingo.
El fín de semana se ha alargado hasta esta tarde debido a que hoy era festividad local, así que he podido aprovechar tres días muy productivos en lo personal con un tiempo inmejorable, pero muy parcos en el terreno deportivo, bueno mejor dicho en el campo del running, ya que unas buenas sesiones de saltar olas, nadar en la piscina y jugar en la arena de la playa con los niños sí que me he dado.
Eso sí, ayer a las 7:30 salí a patear la zona y fue una verdadera gozada trotar 11 kilómetros sin más pretensión que correr por correr por el parque litoral de El Portil, en la costa onubense, un verdadero paraíso cercano a Doñana, con decenas de kilómetros de playa virgen, campos de dunas y pinares y enebrales que llegan hasta el borde del mar.
El Parque Litoral recorre la línea de costa, entre la carretera que la bordea y la playa, con caminos de tierra, cemento o incluso pasarelas de madera en las zonas donde se asientan las dunas y por los que se te cruzan ardillas y conejos a decenas; caminos solitarios, sólo poblados por algún compañero corredor con los que me crucé y otros pocos paseando el perro.
Correr 11 kilómetros por estos parajes y acabar con un baño en el mar a las 9 de la mañana, ducha y desayuno en el buffet del hotel, llena el depósito de energía para una temporada.
Esta semana intentaré aprovechar para hacer unas series rápidas y algún rodaje de 12-14 km. para poder afrontar el 10.000 del domingo en condiciones, espero que bajen un poco las temperaturas para entonces porque a las 10 de la mañana, el domingo puede hacer muchísimo calor, de hecho hoy a esa hora los termómetros dicen que marcaban aquí 33º de nada.