domingo, 26 de octubre de 2014

II Carrera por Montaña "Cumbres Hurdanas"

Llegar preparado y disfrutar de una carrera tan jodidamente encantadora mereció todos los esfuerzos.


Última de las cinco carreras puntuables para la Copa de Extremadura de Carreras por Montaña, a la que llegaba en segunda posición de la general de veteranos, el favorito de verdad era tercero entonces pues tenía una carrera menos y podría sumar el total de puntos de esta carrera, así que mi lucha verdadera era para acabar entre el segundo y el quinto lugar en el campeonato.

Llegaba bien de forma, había recuperado muy bien de la Maratón de Montaña del 28 de Septiembre y conocida la dureza que nos esperaba en esta carrera había practicado las subidas largas y las bajadas técnicas en las dos semanas previas. No contaba, sin embargo con las molestias gástricas que sufrí la tarde y la noche anterior en forma de dolores y aerofagia, se ve que no me sientan bien los macarrones ya que no es la primera vez que me pasa, esa molestia unida al fuerte calor me provocaría después bastante malestar en algunos momentos de la carrera e hizo que llegara a meta bastante revuelto.

Entrando en materia, hay que reconocer que el trazado ha dado un salto de calidad excepcional, recorre senderos y parajes de ensueño, claro que esto también se traduce en un aumento considerable de la dureza de la prueba, con casi 25 kilómetros y 1.750 mts de D+ , buena parte de ellos bastante técnicos, dicho en cristiano caminos de cabras. Ya me había dicho mi cuñado, que conocía el recorrido, que sería muy difícil bajar de las 3h30' y lo clavó, 3h19' hizo él y 3h33' el menda, como una Maratón de ruta, vamos.

Nos desplazamos toda la familia a Caminomorisco ya que los pequeños participaron en una carrera de iniciación al trail de cinco kilómetros y que después completaron con rotundo éxito para su edad, hasta con sprint final entre los dos primos como se ve en el vídeo.

Salida de la carrera de Promoción  de 5 kms.

Menudo ritmo que llevan


Día magnífico, casi veraniego, lo que viene a ser que vamos a pasar bastante calor. Salida rápida, busco encontrar posiciones antes de entrar en los caminos estrechos, hay que aprovechar los primeros cinco kilómetros que aunque siempre tienden hacia arriba, al menos permiten correr en todo momento. sobre el kilómetro dos me pasa el corredor que me precedía en la clasificación, pero veo que va muy, muy rápido para mí y no le sigo, tenía que estar bien porque no le volví a ver en toda la carrera.

Control de salida.
Ya en el kilómetro cinco, tras cruzar el puente de Cambrón ( sí, se llama así el pueblecito), saludamos a la familia que está esperando la salida de la carrera de promoción que llevará a los niños en sentido inverso al nuestro hasta la zona de meta de nuevo en Caminomorisco.

Puente de Cambrón


Saludo a la familia en Cambrón
Giro a la derecha y empezamos a subir ladera arriba, voy en cabeza de un grupito y toca echar manos a las rodillas y empezar a calentar los cuadriceps, es una subida dura con cantidad de palos y troncos en el suelo, recuerdo de lo que un día fue un bosque de pinos arrasado por un incendio unos años atrás. Voy manteniendo posiciones cuando mi cuñado me alcanza y me pasa con facilidad, tres kilómetros en el que alguno se va a 15'/km pueden dar prueba de la dureza de la subida.

En cabeza del grupo al comenzar la subida

Hace unos años esto era un bosque de pinos

Llegada al segundo avituallamiento con la segunda clasificada
Tras el segundo avituallamiento y tras una corta bajada en la que se puede correr bien nos enfrentamos a la parte más bonita del recorrido, tomamos la senda de los Tejos, un descenso vertiginoso por un camino (si se puede llamar así) que recorre el virginal y casi intransitado valle del arroyo Cerezal. La frondosidad y frescura del ambiente le da un aire de cuento de hadas al paisaje, con rocas y árboles cubiertos de musgo y el sonido del arroyo saltando entre las rocas; pero no te puedes dejar llevar, el suelo resbaladizo de pizarras que dibujan zigzags imposibles hacen del trayecto un peligroso banco de pruebas para los bajadores suicidas. Me han contado que en este valle se puede encontrar algún tejo milenario, habrá que volver a buscarlo más despacio, merecerá la pena el paseo.



Senda de los Tejos del Cerezal. Fotos: Conautocaravana.blogspot.com

Camino de pizarra en la Senda de los Tejos . Foto minube.com
Cuando el perfil se invierte y de nuevo tomamos dirección ascendente, el garmin me indica que hemos llegado a la mitad de la prueba, tomamos la sinuosa Vereda del Correo, una antiquisima ruta que comunicaba las Hurdes altas y bajas que se pone cada vez más vertical ( compadezco al cartero que tuviera que recorrerla a menudo), de nuevo aprieta el calor que tan bien se había aplacado los anteriores kilómetros y mi estómago empieza a revolverse, dos kilómetros a 18'/km puden dar una idea de la situación.

Comienza la Vereda del Correo

Ya queda menos

Un minutillo de descanso no viene mal
Al salir de la Vereda, en el avituallamiento del 14 me tomo un respiro, como y bebo tranquilamente y me dispongo a enfrentarme al siguiente tramo fuerte, la subida  hasta el pico de Arrobuey, el punto más alto de la carrera, tres kilómetros de áridos cortafuegos que contrastan con la frondosidad de hace unos kilómetros pero que te permiten unas vistas increíbles cuando levantas la mirada. El avituallamiento me ha sentado bien y subo a buen ritmo, para cuando culmino en el kilómetro 17 casi me he ido a las 3 horas de gran dureza.





Desde aquí todo es bajada, a ratos muy corrible a menos de 5'/km pero otros peligrosos con una zona de vereda estrecha robada al monte y que te deja a mano izquierda precipicios importantes.




Los últimos kilómetros cogemos en bajada rumbo al pueblo la Vereda Hurdana, terreno pedregoso pero bastante corrible; el estómago se vuelve a quejar al aumentar la velocidad, las nauseas y la falta de fuerzas me hacen acabar muy despacio, voy atento a que no me pillen los otros veteranos con los que compito en la general y me dejo adelantar por varios corredores en los últimos kilómetros para recuperarme y poder entrar corriendo con buen semblante en meta, donde me esperan los míos, luego me comentaron que hubo más de uno, incluso la primera chica que había entrado tambaleándose y en malas condiciones, no me extraña.


A pesar de las apariencias, llegué bastante fundido
Un par de litros de líquido más tarde, compruebo en efecto que he quedado tercero de la categoría en la carrera y tercero en la clasificación final de la Copa de Extremadura, mi primer trofeo y primera anotación en el curriculum correril, a mis años.



Podium Veteranos Copa de Extremadura Carreras por Montaña 2014
Con esta carrera doy por finalizada mi temporada de montaña, toca volver al asfalto donde haré tres o cuatro Medias en la preparación de los siguientes retos, Maratón de Sevilla y Mapoma 2015.

jueves, 2 de octubre de 2014

Maratón de Montaña " Pueblo de Artesanos"

Duro se hizo acercarme al km. 42 y ver el pueblo aún a lo lejos, al final casi 45. Mi primera ultra.


En una prueba como la Maratón, aunque sea de montaña, cuerpo y mente deben formar un buen equipo, si algún componente falla lo tendrás difícil, y esto fue precisamente lo que me pasó al final de la Maratón del domingo, últimos 10 kilómetros llanos en los que llegaba bien de fuerza y cogí un buen ritmo, pero parecía que el pueblo se alejaba según iba avanzando el cuentakilómetros del fore, cerca del 42 seguía por los caminos de la dehesa y la cabeza empezó a fallar, luché lo indecible contra el deseo irrefrenable de parar, sabía que si me ponía a andar sería la excusa perfecta para no volver a intentarlo, así que en el último avituallamiento cogí dos vasos de agua, me bebí uno, me eché el otro por encima y me puse, emulando a Yolanda, en modo robot, -no pares, no pares, no pares, no duele, no duele- incluso me dio tiempo a adelantar a cuatro corredores más.


Pero para llegar hasta aquí, la carrera había comenzado horas, días e incluso podría decir que algunas semanas antes, este es un deporte de fondo, de mucho fondo, nunca mejor dicho. Había programado entrenos donde destaqué tirar de fuerza y técnica, trabajar tanto las subidas como las bajadas con ritmos fuertes y hacer fartleks en llano, sin series, cochineros o tiradas extralargas (solo hice una de 30 km., las demás entre 22 y 25 kms.) y dejando siempre algún día a la semana para la mountain bike, el resultado ha sido satisfactorio, no creo que más días de entreno, tiradas extralargas o más series me hubieran dado mejor resultado.



El día anterior a la carrera estuvo lloviendo todo el día y todo hacía indicar que la prueba estaría pasada por agua, incluso la organización comunicó recorrido alternativo si se ponía la cosa fea en las zonas altas, hubo algo de niebla, pero afortunadamente no llovió y el día quedó perfecto, cubierto y con buena temperatura, con el único pero que el terreno si estaba muy mojado por lo que fue un suplicio pasar algunas zonas técnicas de piedras, sobre todo al principio,  que más parecían bloques de hielo por la facilidad con la que se deslizaban las zapatillas, lo que propicio algunas caídas, cortes y magulladuras.



La carrera no es de desniveles apabullantes, hay una primera parte de subida al Castillo de Portezuelo y cresteo por la Sierra muy técnica y peligrosa, pero enseguida se llega a zonas de cortafuegos, pistas y caminos por los que se puede correr mucho, es hora de sujetarse porque ya sabemos que en una Maratón, todo lo que te pases al principio, lo pagarás al final con gran interés acumulado. LLegamos primero al precioso pueblecito del Arco y a Cañaveral después, para comenzar los tres kilómetros más duros de subida hasta el Pico de la Silleta, primero por el precioso camino del Caño (increíble que estuviera ya repleto de madroños maduros) y después por un durísimo cortafuegos, donde ya pude comprobar que tenía buenas piernas y comencé a adelantar a bastantes corredores.




Los paisajes cambiaban constantemente, lo mismo bajabas una pendiente imposible que atravesabas un prado en una dehesa preciosa, lo mismo te enfrentabas a un cortafuegos de vértigo donde subías mano a mano con otros corredores que te enfrentabas a la soledad perfecta atravesando sólo un caminito escondido. Lo importante es que pasito a pasito me planté en la meta con mis objetivos cumplidos, salvo por el tiempo, que se me fue un poco hasta las 5h17',  45 kilómetros dan para mucho, está claro, incluso para llegar tercero de mi categoría y llevarme unos regalitos para casa.