Que satisfacción da ver tus solitarios caminos habituales de entreno llenos de corredores con dorsal.
A pesar de ser una carrera humilde con unos cien corredores para el trail largo y no ser un objetivo pioritario sentía cierto nerviosismo ante la celebración de esta prueba, supongo que el hecho de que transcurra en mi ciudad, por mis caminos de entreno y que conozca a algunos de los organizadores hace que sienta cierta responsabilidad y deseos de que todo salga bien.
Como ya comentaba en otra entrada, la carrera se puede hacer tan dura como uno elija, el desnivel no es exagerado y se puede correr en buena parte del trazado, y más de 32 kms. siempre se hacen duros, mi idea a priori conociendo al dedillo la zona era tomarme con tranquilidad las primeras subidas, coger ritmo a continuación y tratar de ir remontando desde el km.15, porque los últimos ocho se podían hacer muy duros si llegabas tocado.
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Con Miguel ( mrb) |
Llego pronto a por el dorsal en un día radiante, pero que se tornaría caluroso con el transcurso de la mañana y los kilómetros. Nada más llegar me encuentro con
Miguel (mrb) que había aprovechado el puente en los madriles para visitar Cáceres con la familia y en su camino de preparación del MAM correr esta prueba; como siempre que le pones 3D a un bloguero, parece que lo conoces de toda la vida, y nos da para una buena conversación sobre nuestra locura común. Iba a enseñarle mis caminos de entreno, pero como es una máquina, salió escopetado en la salida y no lo volví a ver hasta la meta. También me dio tiempo de saludar a muchos otros compañeros y a
Carlos, joven bloguero cacereño que tiene recientemente inaugurada su condición de maratoniano, le doblo la edad, pero no la ilusión y seguro que va a tener una progresión enorme.
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Esperando la salida |
De salida y tras unos trescientos metros de asfalto se toma un camino primero de cemento y luego de tierra que va ascendiendo durante unos tres kilómetros, se establece una estrategia clara entre los que quieren correr y los que se lo van a tomar con calma, y veo que me quedo en el medio, aunque veo alejarse al primer grupo de unos cuarenta corredores, me lo tomo con calma y voy a mi ritmo rebasando a algunos que comienzan a andar en la última parte de esa primera ascensión.
Comienza después el primer descenso, este por la carretera de acceso al Portanchito, primero suave y después más empinado donde a pesar de ir controlando, las piernas se aceleran solas a ritmos por debajo de 4 min/km.. Desde aquí al km. 14 es un terreno de continuos toboganes por camino, llegando al
Centro de Recuperación de Aves "Los Hornos" y rodeando todo el cerro del Risco con un par de trochas muy inclinadas de subida obligada andando, en este tramo me pasan algunos corredores que, excepto a uno, volvería a recuperarles después la posición.
En esta carrera, debido a mis problemas habituales de estómago, no llevaba ninguna estrategia fijada en cuanto a avituallamientos, ya empezaba a pegar fuerte el sol y sabía que tenía que beber más de lo habitual. Llevaba un gel de
Victory endurance que compré unos días antes al notarlo al tacto mucho más líquido que los habituales, pero no me había dado tiempo a probarlo y me daba algo de miedo ingerirlo, así que me conformé con un poco de naranja y unas gominolas.
Iba muy bien de fuerza y controlando en todo momento, así que empecé a poner una marcha más y a recuperar posiciones en la zona más bonita de la prueba, una subida dura que coronaba un cerro para a continuación hacer fuerte la bajada más larga de toda la carrera, primero por un cortafuegos y después por caminos rodeados de jaras y retamas florecidas hasta una explanada donde se instalan habitualmente colmenas.
En este punto me canta un voluntario que voy el 36, y mi empeño será desde ese momento ir contando corredores para meterme entre los treinta primeros. Mi progresión se ve truncada en el kilómetro 17, en una zona muy frondosa que había sido necesario limpiar días antes porque era como una selva, tropiezo con unas raices y me caigo, con la mala suerte de golpearme un costado con una piedra y destrozar el dorsal de cartón que con el sudor está muy blando, me levanto, evalúo daños y veo que salvo algunas magulladuras y el golpe puedo seguir, me coloco el dorsal como puedo y a los pocos metros veo que en las bajadas fuertes y al respirar profundo me duele todo el costado, no me paro a pensar y sigo corriendo, la verdad es que en ese momento no fue mayor impedimento, aunque ahora, dos días después aun no puedo levantarme de una silla, estornudar o cambiar de postura en la cama sin acordarme de esa raíz, tocará descansar unos días.
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A por el siguiente |
A pesar de todo veo que voy a más, voy alcanzando a cuentagotas a otros corredores desperdigados .En el km. 23, sé que pronto llegará lo más duro por los kilómetros y por la subida más larga de toda la carrera y en el avituallamiento decido tomarme el gel que llevaba, la verdad es que fue una buena decisión, me sentó bien y será de ahora en adelante el que me acompañe a las carreras. Mi ritmo sigue siendo bueno e incluso en las subidas andando voy pasando a algún corredor.
En el alto de las Antenas, según mis cálculos debo estar ya en el puesto 24 y quedan cuatro kilómetros de bajada, me echo agua por la cabeza y el dorsal definitivamente se destroza, recorto el codigo de barras y sigo con el en la mano.
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Alto de Las Antenas, con lo que queda de dorsal |
A esas alturas, una dura y peligrosa bajada por una vereda con piedras y después por la cuesta de la cantera me deja las piernas temblando, consigo llegar hasta otros dos corredores, voy el 22, el mejor puesto que tuve en toda la carrera a menos de dos kms. para meta, pero uno de estos se pica y tras trecientos metros me saca de punto, tengo que aflojar y se va, además me ha fundido y de ir en ese tramo a 4:45, mi ritmo se va a 5:30 en esos dos últimos kms. que además son favorables, lo que hace que me pasen sin contemplaciones otros cuatro corredores, esto no empaña en absoluto la alegría de llegar a la meta y ver a mi familia esperando, después saludo a mi tocayo
mrb que ha hecho un carrerón y al que deseo la mejor de las suertes en el MAM y en su objetivo, que no tardará en superar, de ser sub3h en Maratón.
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Llegando con lo que queda del dorsal en la mano |
Tenía en mente acercarme a las 3 horas y lo cumplí, 3h01'01'' para 32,27km. y 1.750 mts. de desnivel. Salvo esos dos kilómetros finales, creo que hice una buena carrera y estoy contento, al final puesto 27 y 4º de mi categoría, casi piso podium.
Aunque no sea del todo objetivo, salvo por mis problemas con el dorsal que deberían cambiar para otra edición, creo que hay que felicitar a los organizadores, prueba barata, buena bolsa, actividades en meta para los niños y muchos voluntarios entre los chavales del Instituto E.S. Alqazeres, salida y meta de una carrera que se organiza por el amor a la montaña de algunos de sus profesores.