Cuando hace una semana decidí correr la Maratón de Málaga, a veinte días de la prueba, mi cuerpo ya estaba preparado, llevaba dos meses entrenando bien tras la lesión y acababa de hacer una Media Maratón dura, en Trujillo, en 1h38'.
Otra cosa era mi cabeza; aunque tengo la experiencia de ocho maratones detrás, quizá hasta por eso, conozco bien el territorio que se abre al cruzar la puerta del kilómetro 30, he pasado por él varias veces y lo he hecho de muchas formas, casi derrotado en Lisboa, esforzado en la primera de Sevilla, cómodo en Bádajoz, desilusionado en Oporto o eufórico la última de Sevilla.
Estoy convencido del poder de la mentalización a la hora de enfrentarse a algún reto, ya lo comprobé en 2012 cuando hice los tres maratones seguidos y los cambios de planes de última hora en esto del running no los tolera bien la mente, si un día tenemos programado una tirada de 20 kms. nos mentalizamos y la hacemos sin problema, ahora bien si tras acabar una de 15, nos dicen que hagamos cinco más, pensad en lo que nos costaría, siendo, al fin y al cabo, los mismos 20 kms., nos faltaría ese plus de motivación. En este aspecto es cuando cobra importancia esa serie más o ese kilómetro extra que decidimos alguna que otra vez al final de un entreno y que nos compensa mentalmente cuando acabamos exhaustos pero con una sonrisa de oreja a oreja, el famoso "one more".
La semana pasada seguí entrenando, alargando un poco los entrenos y acabando con 70 kms. en la semana, pero un poco distraído de la cercanía del día 8 de Diciembre, ya estaba hecho a comenzar el plan específico para Sevilla y tenía dudas sobre lo que hacer o como iba a afrontar esta Maratón, obviamente solo puedo permitirme ir a terminar dignamente sin ninguna pretensión de marca, pero ¿en que nivel de dedicación?.
Afortunadamente dos entrenos con buenas sensaciones me han marcado el camino , el domingo una tirada de 30 kms. en 2h34' y ayer a las 7h30' am a 2ºC y con un frío del carajo 16km. con un 2x6.000 (a 4'52 y 4'23") me han puesto de nuevo en modo Maratón, ha aparecido de nuevo la mirada maratoniana, la que como si siempre fuera la primera vez visualiza la meta tras 42.195 mts. de camino. Y esa meta ya está aquí, a la vuelta de la esquina.