viernes, 19 de diciembre de 2014

6ª Media Maratón Navalmoral de la Mata. Cuando las sensaciones no se corresponden con los tiempos.

Cuando las sensaciones no se corresponden con los tiempos.

Última carrera del año, que afrontaba como inicio del nuevo plan de entrenamiento que he planificado para la Maratón de Sevilla. Después de varios meses trasteando por los montes, en las últimas semanas me he dedicado a intentar transformar esa hipotética fuerza que te da la montaña en el ritmo sostenido y machacón que requiere la carrera de fondo en ruta.

Ya en Trujillo no me fue mal, y esperaba que esta segunda Media Maratón refrendara la buena respuesta de cuerpo y mente de cara a enfrentarse a kilómetros y kilómetros de duro y frío asfalto.

El caso es que después de visto lo ocurrido el domingo, puedo decir que si bien el cuerpo parece adaptarse bien al cambio, mi cabeza parece que todavía anda por las cumbres y tendré que trabajar ese sacrificio mental que es necesario mantener para cumplir con los ritmos sostenidos.

Con Juan Carlos

Amigos y vecinos
Me hizo especial ilusión, después de desplazarnos bajo una lluvia insistente varios compañeros de club y además vecinos, encontrarme con JK (Juan Carlos), ilusión, veteranía, talento y sencillez unidos en una gran persona, volveremos a vernos en Sevilla donde seguro que soy testigo de la consecución de su objetivo.

En cuanto a la carrera, milagrosamente, unos minutos antes de la salida dejó de llover y quedó un buen día para correr, aunque cual no lo es. Minuto de silencio emotivo en recuerdo de un compañero maratoniano del club organizador que nos dejó en Agosto y casi sin aviso suena el disparo.

Primeros kilómetros en grupo
Comienzo a buen ritmo, tengo ganas de evaluarme y los primeros kilómetros son planos, van sucediéndose a ritmos de 4'10-4'15"/km. formando un buen grupo en el que distingo corredores que conozco y que habitualmente andan bien. Son los mejores momentos, las piernas están frescas y pasamos el km.7 en 29'30", ritmo de sub 1h30', rápido pero seguro.

Desgraciadamente, cuando comienzan las primeras rampas de una subida larga y sostenida esa seguridad empieza a perder enteros, tengo miedo de mantener ese ritmo, y no debo ser el único porque el grupo empieza a disgregarse, me noto excesivamente lento y pesado a pesar de que el crono nunca sube de 4'40" en pleno ascenso, además me quedo en tierra de nadie y así me mantendría hasta el final, el ánimo decae, pienso que tengo que meter más rutina de ritmos tempo en los entrenos y por primera vez en todos los años que llevo corriendo echo de menos llevarme unos auriculares con música a mis oídos.

Bajando en soledad
Después de algunos tramos de toboganes llegamos al pueblecito de Millanes, donde toca rodearlo para volver sobre nuestros pasos. Una dura cuesta a la salida nos lleva hasta el km. 14, los casi 33 minutos de estos segundos siete kilómetros comprometen definitivamente el tiempo final, porque aunque ahora llega un tramo favorable en continua bajada, el tiempo que se gana nunca compensa al que se pierde en la subida.

Vuelvo a ritmos de 4'15"/km, pero las malas sensaciones siguen intactas, me cuesta no dejarme llevar por la voz del miniyo que me machaca constantemente con que esa no es mi guerra, que deje de tratar de hacerme el héroe y afloje el ritmo 30 segundos, de nuevo la cabeza.

Sufriendo el último kilómetro
Los últimos tres kilómetros son los peores, volvemos a llanear por las calles peatonales del Pueblo, tan solo los aislados gritos de apoyo de algunos espectadores pueden mitigar la falta de estímulo que llevo. Pese a todo sé que no voy mal de tiempo, al intuir cerca ya la meta pienso en cambiar de ritmo pero finalmente me dejo llevar hasta el final.

Enfilando la recta final.

Curiosamente, solo unos minutos después de llegar me noto extremadamente fresco, muy bien de piernas y empiezo a saborear un buen crono de 1h33'. Hacía justamente tres años que no corría tan rápido una Media Maratón a pesar de esa sensación de pesadez insistente. Misterio.

Esta semana no he tenido problemas para comenzar el plan Maratón Sevilla, diez semanas por delante que intentaré ir contando por aquí, hay trabajo y ganas para hacer que las sensaciones mejoren.
                                                                         Fotos en carrera Paco Talayuela y Mediamaratonnavalmoral.blogspot.com

10 comentarios:

  1. ¡Felicidades Miguel!, un estupendo registro para una dura prueba. e final se hace durillo al volver a llanear.Seguro que tú conseguirás tu objetivo, planificas perfectamente tu trabajo. Como te dije, un enorme placer volver a saludarte y no se, si al final me animo a Plasencia.Un fuerte abrazo, cuidate

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  2. Pues no lo entiendo, ir así de rápido y pasarlo mal es un misterio. Hay días malos aunque las piernas respondan. Pero vamos, estas fino que da gusto. Un abrazo y felices fiestas a ti tu familia.

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  3. Pues yo en cambio creo que ir a tope va estrechamente ligado a pasarlo mal. Felicidades por el tiempo, es lo que cuenta, la cabeza es más variable y tiene días buenos y días malos. Un saludo.

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  4. Una 10K con cuestas ni me la planteo, es un suplicio... En una maratón, puedes intentar regular y recuperar si hay cuestas... Pero en una media, son tan crueles! Puedes empezar con un ritmazo de MMP, y la primera cuesta dejarte la moral por los suelos... :) Pero vamos, que un carrerón, cuando pilles una carrera llana de verdad toda la montaña que llevas encima te hará volar, se te ve muy fino!

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  5. La montaña nos acostumbra a ritmos irregulares y ciertamente a la vuelta al asfalto es precisamente la cabeza lo que mas hay que trabajar para conseguir sacar el ritmo constante.

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  6. Tres entrenos de calidad, y vuelven las buenas sensaciones, seguro. Tienes cabeza, experiencia y "ganas", es un triunfo fijo, Saludos.

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  7. Es curioso, a veces la cabeza y las piernas no corren juntas. Cada una va a su bola. Lo importante es que te encontrarás fresco al final de la carrera.
    ¡Felicidades por tu regreso al asfalto!

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  8. Carrerón Miguel. Sin estar a tope y con unas sensaciones raras consigues una marca genial. Ya la firmaba yo. Ahora a seguir a tope que Sevilla está a la vuelta de la esquina. Un abrazo crack

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  9. Bajar de las montañas al asfalto tiene que ser complicado. Son mundos muy diferentes. Esos ritmos sostenidos de los que hablas en asfalto tiene que ser complicado cogerlos. En cualquier caso, si lo miras con perspectiva es un muy buen entreno para principio de plan.
    Un abrazo y felices fiestas

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  10. Buen tiempo Miguel. Es normal esas sensaciones. Bajar de las alturas al asfalto se tiene que nota. Ahora a preparar el plan para triunfar en Sevilla. Nos vemos y Feliz Navidad.

    Un abrazo.

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