Suspense hasta el final.

Intuyo que, como en las pelis de Hitchcock, mi pierna mantendrá el clima de suspense hasta el final.

El dolor inicial en el gemelo ha evolucionado en estos días a una molestia sorda ante determinados gestos y posturas, podeis llamarlo ojo clínico, pero esto me ha hecho pensar que en realidad no es una contractura muscular sino un proceso de tendinitis en la inserción del gastronemio por debajo de la corva de la rodilla. El peligro fundamental de las tendinitis no es la rotura, sino su tendencia a cronificarse en el tiempo si no se le pone buen remedio, así que en cuanto acabe en Madrid, tendré que pasar una temporada parado y rehabilitando.   

Con ese panorama, después de quince días sin correr, ayer me decidí por fin a calibrar el estado real de mi pierna derecha con vistas a la Media de Cáceres del domingo y a la Rock'n'roll Madrid Maratón del día 22.

Un tanto nervioso por ver la respuesta real me dispuse a trotar despacio y parar ante cualquier signo de agravamiento, las sensaciones iniciales fueron horribles, tenía la impresión que el gemelo se hinchaba y acabaría por explotar, al tiempo que mi respiración era agitada y las pulsaciones se me iban a las nubes, es increíble lo desagradecido que es este deporte y como pierdes la forma de una manera inversamente proporcional al tiempo que te lleva ganarla. Afortunadamente, la cosa fue mejorando al paso de los kilómetros, la sensación dolorosa del gemelo se transformó en una presencia extraña que no me impedía correr, la respiración se fue acompasando y las pulsaciones bajando. Lo dejé a los trece kilómetros que me salieron a un ritmo de 5:03, ya cuando notaba cerca el límite de esfuerzo admisible para la pierna después de tantos días parado, así que el primer test fue positivo. Esto me refuerza en que al menos tengo posibilidades de completar el penúltimo capítulo de mi reto, no sin añadir suspense y ver que pueda aparecer cualquier giro argumental que desemboque en un desenlace inesperado el domingo.

Después vendrá Madrid. Aunque la mayoría de los que correran ya están de tapering, a mí se me hace aún lejano el día, tengo que pasar antes el test del domingo y luego ya me dará tiempo a pensar en como disfrutar del viaje a Madrid con la familia aprovechando que el lunes 23 tenemos fiesta local, de la quedada blogger en la que espero conocer a muchos de los que os asomáis por aquí de vez en cuando y de cada uno de los kilómetros de la Maratón que la pierna me permita hacer, ojalá que sean los 42. Lo mismo tendré más problemas para acabarlo por llevar para entonces casi un mes sin entrenar que los problemas que me pueda dar la pierna, ya veremos. Lo que sí tengo por seguro es que estos próximos diez días van a ser toda una experiencia, un auténtico thriller.