Probando el lado oscuro

Levantarse antes de las seis para irse a correr, para mí imposible. Imposible. Impossible is nothing.

Que no se alarme nadie, que tiene algo de truco, mi hijo se iba de excursión esta mañana con el colegio y había que llevarle a esa hora, así que me dije: ¿ Y qué voy a hacer después ?, que pregunta, pues irme a correr.

Después de la machada del domingo, por cierto que veo que no hay unanimidad en lo de hacer o no esas tiradas superlargas, tengo que decir que recuperé perfectamente y de hecho esta semana también está siendo cargadita, la última de las de más volumen. Incluso esa "facilidad" de recuperación me está haciendo pensar nuevos retos que me motivan y que ya iré contando.

El lunes 9 kilómetros cochineros para recuperar de los 34 del domingo, el miércoles 16,5 kms. con 10 x 1.000 que salen entre 4:05-4:12 sin exprimir demasiado, que no son fechas ya para arriesgar y esta mañana salí con vistas de rodar algo por debajo de 5' y ver como son las sensaciones de correr a esas horas.

He de decir que cuesta ponerse en marcha, que cuando haga frío de verdad debe ser muy duro, que te sientes como un vigilante nocturno dando vueltas por una ciudad vacía y que notas una extraña conexión y complicidad si te cruzas con otro "loco", que en mi caso han sido dos. Al final me he ido alejando poco a poco y aunque las piernas iban bien tras los primeros kilómetros, se ve que a mi cabeza también le ha afectado el madrugón, porque había planeado mentalmente un circuito de 16 kms. y al final se han convertido en algo más de 20 a una media de 4:56min/km.

Desde el día de hoy me declaro más admirador aún de los que salís a esas horas a correr casi a diario, algunos más temprano todavía, yo creo que será la primera y la última vez......al menos hasta la próxima excursión de mis hijos.