Elegí un mal día para salir a correr - I chose an evil day to go out to run

 Estando en alerta naranja y con 38ºC no era una buena idea salir a correr, aunque en el fondo y a pesar que tenía algo de catarro sabía que en cuanto terminara mis labores ahí estaría dando zancadas bajo el sol inmisericorde. Mientras atravesaba las calles camino del parque del Principe buscando las sombras pensaba que sería el único inconsciente que estaría corriendo....pero no; exactamente me cruce con doce corredores y dos corredoras, se ve que la fiebre del running no conoce extremos y podemos tirarnos a la calle a -15ºC o a 40ºC. Incluso me permití adelantar a uno de los runners punteros de por aquí, sub 1h15' en Media Maratón, que debía estar haciendo un super, supercochinero, nos saludamos y ahí siguió, que diferencia con otros que se pican hasta con su sombra.

Los miércoles suelo hacer un rodaje por la Sierrilla de 15 km, subiendo tres buenos desniveles. Ayer pude comprobar que no es lo mismo salir con 30º C, que es a lo que más o menos ya estoy acostumbrado, que a 38º C, parece poco pero la diferencia es abismal; a pesar de que fui previsor y en vez de una me llevé dos botellas de agua, en el km. 7,5 había consumido una entera, el agua que normalmente me dura todo el entreno, así que tuve que ir racionando la otra botella. En el km. 10 comienza la segunda subida, un kilómetro duro por una vereda con rampas del 20% que normalmente realizo sin parar, pero ayer no tuve más remedio que ponerme a andar aquí y en el siguiente repecho del km. 12, bebí la mitad de la botella y el resto me la tiré por encima, yo creo que al contacto con la piel se evaporó al momento, al suelo no cayó ni una gota. Al final 15 km en 1h24' acabando agotado pero muy contento, sobre todo al notar el aire acondicionado al entrar en casa y pasar 15' bajo la ducha fría, y del resfriado ni me acuerdo.

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